El amor en la madurez difiere del amor en la juventud. Sin duda, todo lo que hemos vivido nos ha influido. Más tranquilo, más sereno y posiblemente más reflexivo. Suelen ser amores en los que ciertos conceptos, como la conquista y la pasión desenfrenada, dejan paso a otros, como la conexión, la complicidad, la alegría y la ternura.
Y no se trata de establecer comparaciones entre las distintas etapas de las experiencias amorosas de la vida, porque es probable que ninguna sea superior. Pero todas son únicas.
Para conquistar a una mujer madura, hay que entender que es una mujer evolucionada que no se deja influenciar fácilmente. Ella tiene expectativas diferentes ahora que hace décadas.
Además del amor, es probable que busque respeto, confianza, una relación más global y respeto a su independencia. He aquí algunos consejos de los expertos en relaciones sobre cómo conquistar a una mujer madura.
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Haz un esfuerzo por conocerla
Ganar su atención requiere conocimiento. Conozca sus preferencias, sus gustos, los temas que le interesan y lo que la hace feliz. Dedica tu atención y energía a esa persona y obtendrás información valiosa.
Las prisas no son buenas
Es una mujer segura de sí misma que prefiere ir a lo seguro. Así que ve despacio y paso a paso. La impaciencia no ayudará, de hecho, será perjudicial. Las mujeres mayores solteras suelen tener problemas para retomar una relación amorosa.
Deles su tiempo para que lo puedan conocer y que se puedan enamorar.
Conversar y escuchar
La conversación es esencial y una excelente herramienta para conectar con ella. Pregunte, escuche, cuente y comparta. Permita que le conozcan. Permita que ella dirija la conversación si así lo desea, y déle el espacio que se merece.
Céntrese en la conversación y no se distraiga; obtendrá información valiosa que le permitirá seguir charlando y hacer la conversación más interesante.
Permítele el espacio que requiere
La independencia suele valorarse más en la madurez. Así que dale el espacio que requiere. Deja que la relación siga su curso y permite que las cosas fluyan entre vosotros en lugar de intentar controlarlo todo.
No todo requiere una etiqueta
Etiquetar todo no siempre es necesario en la madurez. Al menos no al principio. No siempre hay reglas o claves fijas. La aventura está en seguir el camino.
No intentes ser alguien que no eres
Como tiene mucha experiencia, una mujer madura detectará enseguida la suplantación de identidad. Mostrarte tal y como eres aumentará tus posibilidades de éxito.
Busca intereses comunes
Los lugares de encuentro son cruciales en este tipo de relaciones. Busca lugares de encuentro e intereses comunes que os acerquen y os permitan compartir vuestras experiencias. Lo importante es pasar tiempo de calidad juntos más que de cantidad.
Habla alto y claro
No te precipites, pero intenta ser conciso. Hable claro, exprese sus intenciones cuando sea apropiado y pregunte por el interés recíproco. No se apresure, pero sea conciso. Sé sincero si crees que hay reciprocidad.
Controla tus modales
La apariencia también es importante, y a medida que envejece, debe cuidarla. No la desprecies ni la dejes de lado porque otras cosas son más importantes. Los modales y la educación también son importantes.
Permítase un poco de frivolidad
No siempre es necesario ser solemne, profundo o trascendente. La risa es esencial, así como el humor. Reír juntos aumentará vuestra complicidad y os unirá más.
No te preocupes por tu edad
La edad es sólo un factor. La conexión es más importante. No es necesario repetirlo a cada paso si hay una diferencia de edad. Es mejor proceder con naturalidad después de haber hablado del asunto.
El sexo es importante, pero no lo es todo
El amor maduro puede ser apasionado, pero también puede ser caleidoscópico. El sexo en una relación es importante, pero no es lo único que hay que tener en cuenta; hay muchos otros aspectos de la relación que hay que considerar. Déjalo claro.
Según los antiguos griegos, hay cuatro tipos de amor. Así, Eros es el amor erótico, sexual, apasionado, adictivo, asociado a la carnalidad y a la idealización de la imagen.
Un amor por un tiempo limitado que conduce a otro tipo de amor, al que llamaban Philia, el amor en el que la cooperación es esencial, en el que reina el afecto, el cariño y el respeto, sin tensiones ni dolor.
Una relación positiva, persistente y resistente que es propia de una relación madura en el caso de las parejas (porque también puede ser un amor de hermanos).
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